Hubo épocas en las que se publicitaba el transporte público, se hacia hincapié en lo bueno que era para ti, para los demás y para el medioambiente. Al menos, ahora, se tiene la dignidad de no intentar atraer a la ciudadanía porque el funcionamiento de autobuses y taxistas es pésimo.
Los recientes estudios avalan la teoría del pésimo funcionamiento, uno realizado por la Federación de Barrios en el que se demuestra que casi la totalidad de las líneas no cumplen las frecuencias, y otro en el que se señala la cantidad de buses vacíos y desaprovechados que circulan por la ciudad.
Pero no solo concienzudos estudios nos dan claros indicios del mal funcionamiento de TUZSA, la reciente experiencia de mi compañero de trabajo deja claro, por si quedaba alguna duda, de la pésima gestión. Mi compañero gozaba del uso de su moto para moverse por la ciudad (cualquier persona que pruebe la movilidad urbana en moto descubrirá una nueva forma de viajar y no querrá volver a su anticuado medio de trasporte).
Por razones que no vienen al caso, mi compañero tuvo que recurrir al bus para desplazarse y constató en sus propias carnes los retrasos en las frecuencias. Después de esperar 30 min. en la parada del 38, observar como habían pasado hasta 4 autobuses en el otro sentido, por fin llegaron los flamantes eco-buses de TUZSA. Por supuesto, de dos en dos, el primero de ellos al completo a pesar de encontrarse nada más que en la 3ª parada. Lo que más le sorprendió a mi compañero fue el amansamiento de los pasajeros, que resignados subían al autobús, sin rechistar, pensando que era ley de vida aguantar el mal servicio. Mi compañero tras preguntar varias veces al conductor, por las razones del retraso, (obras, accidentes, manifestaciones…. siempre pueden suceder hechos extraños), la única respuesta que obtuvo del “chofer” fue: “yo acabo de llegar si quieres algo llama a la central”. Es decir, no había explicación alguna para el retraso.
Ahí se queda la historia de mi compañero, realmente me quedo perplejo de la implicación del conductor. Que pronto se juntan con sus pancartas en la plaza España para reclamar vacaciones y menos horas de trabajo, cuando realmente luego les resbala las frecuencias, les resbala el servicio, y les resbala que vayamos cual ganado al matadero (todos bien pretitos). Puede existir una falta de previsión/programación para cumplir las frecuencias, pero parece claro que también falta implicación por parte de sus conductores.
Y no solo dispongo del ejemplo de mi compañero, tengo muchos más, como seguro tienes tú, que me estas leyendo. Como aquella vez que estuve esperando en una parada más de 1 hora, y tras andar hasta 2 paradas posteriores por fin coges el bus y te enteras que el autobús no podía girar por que había un coche mal aparcado. ¿Entonces que se hacen los implicados chóferes de TUZSA? Pues le resbala y continúan a la siguiente parada, pero eso sí, ni un aviso a la central, ni un aviso a la policía (que cumplirían “escrupulosamente” su trabajo) para retirar el coche, ni una llamada a buses que vengan después, ni nadie capaz de avisar a los clientes (total, solo somos sumisos corderos). Bienvenidos a la época de la comunicación señores de Tuzsa (tanto mensajitos en la parada, cuando nos falla la base…)
Pero no solo tenemos defectos en el sector del bus, por otro lado están los taxistas, que se quejan de que ya existen suficientes licencias y no son necesarias más, pero realmente, la sensación que tengo cuando salgo los sábados de fiesta, es que buscar un taxi para ir a casa es una tarea casi imposible. Igual hay suficientes licencias pero no se trabaja cuando los jóvenes requieren de sus servicios. Lo que he bautizado como “la caza del taxi”, me parece una situación dantesca, al final de la noche cuando los jóvenes (y no tan jóvenes) salen de los bares e inician la peregrinación hasta sus hogares, empieza la cacería, gente caminando dirección Huesca para adelantarse al taxis libres, peleas por meterse en un taxi el primero, otros andando a casita y los más desesperados con los todo-implicados “autobuseros” (que todo sea dicho, a esas horas aun funcionan bien).
Recientemente estuve en Alicante y me gusto mucho como habían solucionado el problema de la caza del taxi. La gente acudía a un único punto (como puede ser lo que aquí es la plz. España), hacían fila ordenadamente y los taxistas iban llegando. Eso sí, nadie intentaba adelantarse, y aunque así fuera los taxis no recogían a nadie que no estuviera en el punto acordado (ya podías intentar parar algún taxi por la zona que ninguno paraba). Esperabas un poco en la fila, y en 10 min. ya habías cogido un coche, sin tener que adelantar a cara perro a nadie, ni andar entupidamente en contrasentido, ni perder tiempo preguntándote donde se habrán metido los taxistas de la ciudad.
Y ya que hablamos de transporte voy a expresar mi oposición al tranvía. Un medio de trasporte para los nostálgicos que no tiene cabida en Zaragoza, porque las calles no son todo lo amplias para tener que hipotecar un carril para el tranvía. Porque no es bonito estéticamente ya llena nuestros cielos de telarañas eléctricas necesarias para su funcionamiento. Y porque es un trasporte falto de maniobra, ¿Qué pasará cuando un repartido este haciendo alguna entrega?.
Espero que os haya gustado, un Saludo.